Seguramente será necesario el transcurso del tiempo para poder calibrar debidamente lo ocurrido en los mercados a lo largo de 2.008. La distancia hará que podamos comprender mejor, y obtener de ello alguna enseñanza para el futuro, qué pudo ocurrir para que, por ejemplo, en una sola semana valores de primera fila como los que ahora nos ocupan perdieran un treinta por ciento del valor que tenían al cierre de la semana anterior.
Aquella primera semana de octubre de 2.008, a la que ya nos hemos referido por aquí en más de una ocasión, demostró cómo puede llegar a comportarse el mercado cuando el miedo es su única bandera. La exuberancia irracional que unos años antes había empujado a las bolsas a los máximos históricos tuvo aquí su versión bajista, corregida y aumentada.
Ciertamente, todo esto es ya historia, aunque conviene tenerlo presente, máxime si, como ocurre ahora mismo, aquel hueco bajista dejado en la gráfica semanal cobra vigencia en el presente de más de un valor.
La resistencia horizontal que el gráfico dejó marcada a fuego aquella semana es ahora la barrera a la que deberán enfrentarse los dos valores que analizamos. En el caso de Iberdrola, estamos ante el segundo intento de dejar atrás en cierres semanales el nivel de los 6,95 euros, parte alta de esa banda amarilla que marcamos en la serie. Para Arcelor Mittal, será ésta la primera vez que el precio se enfrente a los 32,40 euros en más de un año.
Si atendemos a lo que recientemente han conseguido los índices directores de Wall Street con sus resistencias análogas, 1.105 puntos en el caso del S&P 500, no tendríamos motivos para desconfiar del empuje alcista, por más que estemos hablando de resistencias mayores. Pero no vendrá mal vigilar el comportamiento de las cotizaciones en ambos casos. Una superación solvente de los niveles indicados supondría todo un golpe de autoridad alcista en dos títulos rezagados. En cambio, un fallo en esta zona abriría la puerta a especular con el atractivo de unos cortos con stop cercano.
Seguiremos los acontecimientos.