La agitada semana que hemos vivido en los mercados bursátiles, especialmente en el caso de los españoles, ha hecho que tengamos que dejar en tareas pendientes nuestro acostumbrado seguimiento técnico de los principales pares de divisas. Y retomamos la labor con el par Euro/Dólar, cambio que ha seguido a la perfección la hora de ruta que veníamos marcando en anteriores análisis.
Nuestro objetivo primario para la paridad era, desde que se iniciaran las bajadas, y más concretamente desde que se perdiera el nivel de los 1,42 dólares, esa línea naranja que marcamos en nuestro gráfico de cabecera y que venía a valer 1,3740 dólares. Finalmente, el cierre semanal de ayer quedó por debajo de ese nivel, aunque dibujando, al unísono con los mercados bursátiles, una vela diaria con una alargada sombra inferior que bien pudiera estar avisando de la proximidad de un rebote.
Los mínimos de la sesión del viernes en la zona de los 1,3585 dólares constituyen ahora mismo el nivel de soporte para el cambio. Si esa cota se pierde en próximas sesiones, la primera referencia por abajo cotiza en los 1,3430-1,3440 dólares. Si este nivel tampoco fuera capaz de aguantar la embestida alcista del dólar, los 1,30 dólares primero y los 1,2880 después serían los soportes para el par.
Si, en cambio, esa vela del viernes es capaz de marcar un punto de inflexión en las caídas y el inicio de un rebote de cierta entidad, el euro deberá enfrentar la asignatura pendiente de romper la cadena de líneas rojas que marcamos en el gráfico adjunto. Cada una de esas líneas rojas horizontales se corresponde con un nivel de parada en la caída que, al ser perdido posteriormente, ha actuado como resistencia para el siguiente rebote. Este motivo técnico marca la zona de los 1,3855 dólares como la resistencia horizontal más inmediata a batir solventemente por cualquier rebote que pueda acontecer en la semana entrante.
Seguiremos los acontecimientos.
