Típica jornada anodina la vivida hoy en los mercados europeos, como corresponde a una sesión en la que hemos estado huérfanos de la referencia que supone Wall Street, cerrado por festivo. Escaso volumen, escaso rango de precios intradiario y un cierre en el nivel de la apertura. En fin, que, salvo excepciones puntuales, si se borrara de la serie la vela de hoy, tampoco pasaría nada.
Así que aprovechamos la faena para hacer notar la zona de congestión en la que ahora mismo nos encontramos. Toda caída encuentra sus puntos de reacción en los que el precio rebota, estableciéndose así un nivel máximo y otro mínimo entre los que el precio puede fluctuar durante sesiones, dibujando así esa zona congestiva. La teoría chartista marca que, la mayor parte de las veces, estas pautas acaban resolviéndose a la baja, aunque siempre conviene verlo reflejado en el gráfico.
En los casos que nos ocupan, sólo con la superación solvente de los 10.570 puntos del Ibex o los 10,32 del BBVA podríamos dar por acabada esta zona congestiva, dibujándose un segundo impulso al alza en busca de resistencias relevantes que cotizan más arriba. Por abajo, los últimos mínimos relevantes marcan el nivel cuya pérdida abiría la puerta a la continuidad bajista.
Habrá que seguir al mercado de cerca para no andar muy lejos cuando decida una de las dos direcciones.
