Echamos un vistazo en tiempo real a la serie intradiaria de corto plazo de Iberdrola, comprobando cómo el tema en el que venimos insistiendo, el de la zona de congestión en la que se encuentra el mercado, se dibuja con claridad meridiana en el título.
Todo lo ocurrido en el valor desde la sesión del 5 de febrero para acá conformaría esa zona congestiva en la que el precio no pierde los 5,74 euros que constituyeron los mínimos de ese día, y mínimos relevantes en el muy corto plazo, pero tampoco es capaz de dejar atrás de forma solvente la resistencia que aquel mismo día nació en los 5,90 euros en cierres, fruto del hueco bajista que se dejó en la apertura.
Ciertamente, y viendo lo que ha caído el precio desde finales del año pasado, no es que superar en cierres esos 5,90 euros sea como para tirar cohetes. La verdadera prueba de fuego del rebote cotiza más arriba, justo en el cruce al alza de esa línea verde (6,15 euros), soporte perdido que ahora debería ser una barrera para la reconstitución alcista.
Eso sí, no faltarán operadores cortoplacistas que vean en la superación de los 5,90 euros en cierres y de esa directriz bajista naranja una oportunidad de trading comprador con stop cercano en los últimos mínimos.