La zona de los 9,10-9,20 euros actuó durante los meses de mayo, junio y parte de julio del año pasado como resistencia para el precio, posibilitando lo que finalmente fuera una suave corrección lateral antes de seguir subiendo.
Esa línea azul del gráfico adjunto va a tener ahora oportunidad de demostrar que esa regla chartista que fija que una resistencia cruzada al alza se convierte en un soporte para futuros retrocesos se cumple una vez más. Considerando que por ahí se dejó además un hueco de escape alcista a mediados de julio, parece que el título elegido para este artículo está plenamente justificado.
Por arriba, esa línea naranja que marcamos en la zona de los 10,30 euros (10,32 para ser exactos) representa la resistencia de corto plazo que ha impedido al tímido rebote vivido por el valor llegar a mayores.