Día de presentación de resultados en el valor, cuentas que, para nosotros, no tendrán mayor relevancia que la que sean capaces de reflejar en el gráfico. El aspecto técnico de la serie, con una óptica medioplacista y seguidora de tendencia, sigue siendo malo, tal y como se aprecia en el gráfico de la izquierda. La acelerada caída, con volumen alto, acabó propiciando la pérdida de la directriz alcista nacida hace un año, pérdida a la que ha seguido el dibujo de un pull back a la directriz perdida que, en principio, apostaría por la continuidad bajista.
Incluso, echándole algo de imaginación, podríamos pensar que ese gran techo redondeado dibujado en los últimos meses, y con cierto parecido al que el valor dibujara a finales de 2.007, no es otra cosa que la cabeza de una gran pauta bajista en ciernes en forma de hombro-cabeza-hombro. Según esta idea, ahora mismo estaríamos dibujando el hombro derecho.
Pero esto es jugar demasiado a la adivinación, aunque la formación está ahí y mejor no ver caer los 16 euros. Preferimos centrarnos en el más corto plazo, dejando en la recámara las ideas medioplacistas expuestas. Y para ello recurrimos al gráfico detallado de la derecha, justo el que contempla toda la película de la caída producida desde la zona de los 19,85 euros y que llevó a perder al valor casi un 20 por ciento de capitalización bursátil en un mes.
Marcamos los tres huecos bajistas relevantes en la caída con esas bandas doradas. El primero, el más amplio y al que acompañó más volumen, significó la señal de que algo estaba cambiando en el ánimo de los operadores respecto al valor, incluso cuando todavía el mercado nacional no había dado muestras de lo que estaba por venir. Por ahí, en la superación en cierres de los 19,10 euros ha quedado marcada a fuego una resistencia que en algún momento volverá a cobrar protagonismo. El siguiente de los huecos, el dejado en la zona de los 18 euros fue menos espectacular, pero oficializaba el cambio de tendencia en el corto plazo y dejaba otra resistencia en el camino. El último de los que marcamos, al cerrarse definitivamente, demostraba que, como poco, el insolente control bajista de la situación necesitaba de un descanso.
Y justamente en eso andamos, descansando de las aceleradas caídas y dibujando una zona de congestión con niveles de control bien definidos por ambos bandos. Si la lógica chartista nos dice que la mayor parte de las veces estas pautas congestivas se resuelven en el sentido de la tendencia previa (a la baja en el presente caso), también es cierto que estas reglas deben ser siempre sometidas a la prueba de esperar acontecimientos y marcar niveles relevantes cuya pérdida las haría buenas o no.
En ese gráfico detallado podéis ver claramente cuáles son las respectivas zonas de control en el muy corto plazo. En los alrededores de los 17,60 euros tienen los bajistas sus trincheras. En la zona de los 16,80-17 euros han colocado los alcistas sus fortalezas defensivas. Como decíamos hace unos días, el sentido del corto plazo dependerá de qué ejército sea capaz de atravesar las líneas enemigas primero. Si son los aguerridos bajistas, puede que no vuelva a crecer la hierba en mucho tiempo por estas zonas de precio que ahora disfrutamos. Si son los ahora acobardados alcistas, no faltarán murallas que derribar, aunque menos da una piedra.
Seguiremos los acontecimientos.