El valor llamado a marcar el próximo movimiento del Ibex 35, sea en el sentido que sea, se encuentra, tal y como se aprecia en el gráfico adjunto, en la encrucijada que supone respetar el soporte que representa la directriz alcista de corto plazo que ayer mismo tuvo que ejercitarse para detener las caídas, o bien hacer caso de la resistencia que encarna esa línea naranja de la serie, y que viene a guiar toda la caída desde los máximos de enero.
Aun así, estas pautas triangulares son bastante engañosas y cualquier rotura necesitaría de una prueba adicional que le concediera la necesaria solvencia como indicadora del movimiento venidero. Un cruce al alza de esa directriz naranja debería ser seguida de la superación en cierres del nivel de los 10,50 euros para impulsarnos a la apertura de largos. Una pérdida de la directriz alcista nacida a comienzos de febrero sólo debería entenderse como auténtica señal de cortos con la pérdida en cierres de los 9,55 euros. En definitiva, en un euro de rango anda la cosa.
Seguiremos los acontecimientos.
