Esperábamos más de Telefónica. Concretamente, apostábamos por un viaje en el muy corto plazo camino del gran hueco bajista dejado en el nivel de los 19 euros. Pero esta vez el título, tan independiente en otras ocasiones, ha decidido unirse a la corriente general entre los blue chips españoles. Esto y decir que nos hemos equivocado viene a ser lo mismo.
Por arriba, además de esos 18,15 euros que cotizan en la línea naranja del gráfico adjunto, recientemente ha nacido una nueva resistencia horizontal para el muy corto plazo en cierres por encima de los 17,95 euros.
Pero lo que verdaderamente importa ahora es comprobar si el precio respetará o no las zonas sucesivas de soporte relevante. La primera y más cercana se encuentra en el respeto en cierres de los 17,25 euros, encontrándose la siguiente en los 16,90 euros.
Una pérdida de estas zonas de soporte abriría la puerta a una vuelta a lo que fueron los mínimos de febrero y acaso más allá. El mercado en general, el que discurre fuera de nuestras fronteras, tiene la palabra. El mismo que nos ha mantenido dentro de una ligera recuperación puede ahora, con su particular y lógica corrección, devolvernos a los mínimos de febrero.