El mercado tiene razones que la razón no entiende. Esta afirmación, que no es más que una manifestación más de esa máxima en la que los chartistas creemos y que dicta que el precio lo descuenta todo, no hará otra cosa que irritar a más de un pequeño inversor que haya depositado sus ahorros en Mapfre, esperando que, como poco, el título fuera capaz de seguir la estela del mercado en general.
Por algún motivo, el dinero decidió allá por el mes de octubre del año pasado que el sector asegurador había tocado techo y que tocaba aligerar de la cartera acciones de estas compañías. Tanto la serie de la aseguradora española como la del sector en Europa dejan clara esta apuesta. Sin embargo, mientras el índice sectorial ha sido capaz de unirse al movimiento al alza vivido por los mercados desde principios de febrero (canal de líneas verdes en el gráfico de la derecha), rompiendo al alza esa directriz bajista roja, Mapfre se ha mostrado incapaz de hacer otro tanto con su bajista, seguramente influido por la debilidad de la bolsa nacional estos últimos meses.
La directriz alcista nacida hace ya un año (línea azul en ambos gráficos) es la que ahora debe imponerse al bajismo que representa el canal de líneas rojas e impedir que el precio retorne otra vez a su suelo. Hoy se ha apoyado en la alcista, así que estamos en zona de eventual giro al alza una vez más. En cualquier caso, y desde una óptica medioplacista, Mapfre es un valor alcista en fase de letargo y lo seguirá siendo mientras no se pierda en cierres esa línea verde del gráfico. Cuestión de paciencia.