Es cierto que existen sobrados motivos técnicos para asistir a una corrección en el corto plazo. Pero también los hubo durante meses para una corrección de medio plazo que saneara el movimiento al alza iniciado en marzo de 2.009 y los bajistas se hicieron de rogar hasta principios de este año.
Una cosa es considerar como probable un determinado escenario y otra muy distinta darlo por hecho antes de que se produzca. Si la consideración de la hipótesis correctiva nos ayudará a insistir en el siempre necesario ajuste de los stops de protección de las ganancias latentes y en un estar especialmente alerta, no por ello vamos a adelantarnos al cumplimiento de la premisa que la rotura del stop marca.
Y es que, aunque no nos extrañaría nada ver al S&P 500 camino de los 1.120-1.130 puntos en el corto plazo, no hay todavía en nuestra serie de cabecera cortoplacista ningún argumento poderoso que avale nuestras intuiciones. Eso sí, esto puede moverse deprisa y la volatilidad puede hacer que de aquí al cierre el panorama cambie ostensiblemente. Es lo que tiene el corto plazo en tiempos de nerviosismo.
Me parece un poco exagerado ver los 1120 puntos en el corto plazo… antes deberíamos perder los «apoyos» de ayer en los 1180 puntos y bajar de los 1140 que veo como un primer objetivo en caso de romper esos 1180 puntos.