Me gusta el valor, me gusta el sector y me gusta el mercado en el que cotiza. ¿Qué más podemos decir? Pues que el dibujo final dejado por esta vela semanal ha supuesto, técnicamente, la rotura al alza de esa típica pauta triangular de consolidación que marcamos en la gráfica adjunta. Todo hace indicar que se ha iniciado la onda que lleve al precio camino de los máximos históricos y más allá.
Siempre hay que procurar estar en el lado bueno del mercado, y ahora mismo está claro que el dinero con mayúsculas (ése que crea las tendencias) apuesta por el sector de las prendas deportivas. Véase el comportamiento de títulos como Puma o Nike. El dinero que sale, o que se resiste a entrar, de las eléctricas o de la banca busca otros lugares en los que reproducirse. Buen ejemplo de ello lo constituyen los sectoriales de alimentación y bebidas, automóvil o el que ahora nos ocupa. Lamentablemente, todos son sectores con escasa o nula representación en el mercado español, excesivamente vinculado al devenir de la banca y las constructoras.
Si alguien se anima con las compras en Adidas, sólo mencionar que los stops de protección, necesarios en toda estrategia que se precie y por muy segura que parezca, cotizan en la pérdida en cierres semanales de los 42,35 euros, para los que sean poco amigos de dar mucho margen a la operativa, o bien de los 38,40 euros para inversores más tranquilos.