No encuentran los alcistas los apoyos necesarios para superar la zona de los 2.800-2.850 puntos, de forma análoga a lo que le sucede al Ibex 35 con la resistencia horizontal que cotiza en la banda de precio 10.800-10.940 puntos.
Pero también es cierto que en una tesitura bajista de mercado estos fallos reiterados en la superación de esa banda de precio hubieran traído como consecuencia la continuidad de la cadena de mínimos decrecientes, lo que no ha ocurrido.
No hay fuerzas para subir ni argumentos suficientes para bajar. El resultado es la cansina prolongación en el tiempo de la gran pauta correctiva iniciada con los máximos de principios de año.
Nosotros seguimos apostando más por la rotura al alza de esas resistencias y la búsqueda de otras barreras más altas, sobre todo si desde el otro lado del Atlántico los alcistas de ultramar nos apoyan con su inestimable presencia.
Desde el punto de vista operativo, esta pausa en la que se encuentra una parte del mercado europeo, en términos de medio plazo, invita a la espera de acontecimientos. Eso sí, una espera vigilante, que en cualquier momento salta la liebre, sea en el sentido que sea.