A las 14,29 horas (hora española) el futuro del S&P 500 cotizaba en los 1.153 puntos. En el minuto siguiente se publicaba el dato relativo al desempleo. Estados Unidos había destruido 95.000 puestos de trabajo durante el mes de septiembre, bastantes más de lo previsto. A las 14,30 horas, el futuro del S&P 500 cotizaba en los 1.146 puntos.
Todo hacía presagiar que el mal dato de paro iba a tirar de los mercados hacia abajo y que acabaríamos la semana con una sesión de caídas. Sin embargo, en pocos segundos, los operadores prefirieron ver la botella medio llena y valorar lo positivo del asunto: la tasa de desempleo se situaba tras el dato en el 9,6 por ciento, cuando el consenso de los analistas pronosticaba un 9,7 por ciento.
Apenas un cuarto de hora después de conocer ambos datos, el futuro del S&P 500 andaba cerca de los 1.160 puntos. Una vez más se demostraba la fuerza que tiene una regla que a menudo se olvida: los mercados alcistas obvian las malas noticias y sólo cotizan lo positivo, ocurriendo justo lo contrario cuando la tendencia es a la baja. Y el mercado que ahora tenemos, al menos en el lado americano y en algunos europeos, es claramente alcista en el corto plazo.
Os adjuntamos la serie del futuro del S&P 500 en velas de un minuto para que podáis apreciar gráficamente lo ocurrido (si no os cuadran las horas en la serie es porque usa horario GMT+1, una hora menos que el oficial actualmente en España). Poco más que decir, salvo echarnos alguna flor (lamentablemente mis abuelas ya no están entre nosotros) por el comentario que ayer hacíamos en nuestro análisis en tiempo real del futuro del índice a propósito del nivel de los 1.145 puntos y cómo por ahí los alcistas podían presentar batalla. No faltará quien objete que nos equivocamos por un punto. ¡Qué le vamos a hacer! No somos perfectos.