Una resistencia casi horizontal que el precio es incapaz de superar y una directriz alcista que, de momento, viene siendo respetada forman un triángulo. Tras esta clase de geometría bursátil muy al estilo de Barrio Sésamo, nuestras conclusiones pasan por adaptar nuestra operativa en el valor al evento que antes se produzca: rotura al alza de la resistencia indicaría fortaleza alcista y, por tanto, compra con stop en los últimos mínimos relevantes. Por contra, la pérdida de esa directriz me haría pensar en una probable vuelta al soporte horizontal del nivel de los 10 euros, siendo en este caso la resistencia indicada el stop de cualquier posición vendedora en el valor.
