Parece sentirse cómodo en esa zona que cotiza en los alrededores de los 8 euros. Por ahí habita un soporte que ha sido capaz de frenar las caídas estos últimos años y que hace ya algún lustro sirvió también de sostén para el precio.
Pero una cosa es hacer notar esa comodidad en las cercanías de un soporte de especial relevancia y otra muy distinta deducir de ello que estamos ante una inmediata señal de compra. Si la tormenta arrecia, los 8 euros podrían perderse en cierres semanales sin mayores complicaciones, trayendo con ello un especial deterioro del aspecto técnico en el largo plazo.
Dicho esto, sólo decir que es un valor a vigilar de cara a un eventual rebote del mercado nacional, por el atractivo que esa cercanía de un soporte concedería a cualquier operación compradora (adecuada ecuación riesgo-rentabilidad).