La verdad es que el valor no acaba de contagiarse de las alegrías que disfrutan en otras partes del sector del acero. En cualquier caso, técnicamente, el precio ha rebotado justo donde debía hacerlo: al toque de esa línea azul de nuestro gráfico de corto plazo.
Por ahí pasa el soporte horizontal cuyo mantenimiento o pérdida delimitará el aspecto técnico del corto plazo. Una pérdida en cierres de esa zona de los 13,50-13,55 euros abriría la puerta a nuevas bajadas en busca de soportes relevantes que cotizan más abajo. Pero también es cierto que estamos ante un eventual punto de giro al alza y lugar óptimo para abrir una estrategia compradora cortoplacista con stop cercano, con un objetivo primario en la directriz bajista roja más lo que pueda venir.
