Mientras en la bolsa española es Banesto quien abre la temporada de resultados, en Wall Street, más respetuosos con lo que atañe al orden alfabético, es Alcoa la encargada de dar el pistoletazo de salida. Las cuentas presentadas ayer, tras el cierre de la bolsa de Nueva York, por la fabricante de aluminio fueron peores que las anteriores, achacándolo a la bajada de precios y a la fortaleza del dólar respecto a algunas divisas.
Sin embargo, el mercado nocturno americano (los after hours para los amigos) hizo subir al título cerca de un tres por ciento. Una vez más, se demostró que lo que de verdad cotiza en bolsa son las expectativas y no el pasado. Esos malos resultados ya estaban sobradamente descontados en la cotización. Lo que ahora importa es comenzar a cotizar el futuro, y la empresa anoche dejó caer que no lo ve demasiado malo.
Dicho con anglicismos, que siempre parecen dar más consistencia a cualquier asunto financiero: siempre es mejor un lower profit (resultados a la baja) que un profit warning (estimación a la baja sobre los resultados futuros).
Por lo demás, y desde un punto de vista técnico, la gráfica de Alcoa no tiene desperdicio. En la serie diaria que traemos se refleja a la perfección un típico proceso de cambio paulatino de tendencia, expresado con nuestro habitual código de colores. Primero fueron las líneas azules las que guiaron a la cotización, cediendo posteriormente esta tarea a esa línea verde más aplanad, línea que, por otra parte, bien pudiera considerarse como la clavicular de una formación bajista en forma de hombro-cabeza-hombro. Con el cruce a la baja de dicha línea, fueron las de color rojo las encargadas de tirar de los precios hacia abajo.
Ahora, con el cruce al alza de esa línea naranja, entendemos dibujado un suelo de mercado en la zona de los 10 dólares, convirtiendo al valor en apto para la operativa compradora de medio plazo y con stop de protección en esa cota de los 10 dólares.
