Basta con echar un vistazo al rango anual (oscilación del precio en las últimas 52 semanas) que incluimos en la parte superior de nuestros gráficos para darse cuenta del peligro que entrañan estos pequeños valores. He de reconocer que La Seda fue uno de los valores que más me gustó en su momento, pero de eso hace ya algún euro. Si bien actualmente prefiero añadir dosis controladas de adrenalina a mi operativa manejando el apalancamiento en valores de gran capitalización, he de reconocer que este tipo de títulos pequeños siguen teniendo su público. Y si además el gráfico apunta maneras, merece la pena incluirlo en nuestro grupo de valores para trading.
La rotura al alza de la directriz bajista que se marca, con volumen anormalmente alto, y el pull back posterior tienen una pinta estupenda. Pero lo que me hace poner al valor en el punto de mira es esa formación que se encuadra de cabeza y hombros invertidos en formación. Una superación de la línea clavicular (línea roja más tenue) en precios de cierre marcaría señal de entrada con objetivos en la zona de los 1,50 euros.
En cuanto al stop de protección (marcado a fuego en este tipo de valores), seguramente habrá opiniones para todos los gustos, pero la mía (y la que sigo en mi operativa) es que toda entrada tras una pauta de este tipo ha de situar su stop en la pérdida de los mínimos marcados por el hombro derecho, lo que en este caso equivaldría al nivel de los 1,14 euros, quizá demasiado alejado porcentualmente hablando.
Pero que nadie se equivoque: aquí no hay más que una bonita rotura de directriz bajista y una pauta de vuelta al alza por confirmar. Si la premisa de superar esa línea clavicular no se cumple, todo habrá quedado en una mera entelequia.
