No seré yo, chartista convencido, quien se atreva a catalogar como alcista un valor que respeta una directriz bajista. Pero también es cierto que no todas las muestras de respeto son iguales, tal y como tendremos ocasión de comprobar en el repaso en gráficos semanales a los valores del Ibex 35 que ahora iniciamos.
A la vista de la serie, parece claro que esa zona cercana a los 25 euros (banda amarilla superior) tiene la clave en el medio plazo. Su superación final, de forma solvente, haría buena la necesaria previa ruptura alcista de la directriz bajista (línea roja). Quizás esa fuera la premisa idónea para que operadores de plazos largos se animaran a comprar títulos de Abengoa: la superación en cierres semanales de la zona de los 25 euros.
Operadores de plazos más cortos quizá verían argumentos suficientes para las compras con la superación de la zona de los 22,30 euros. Incluso, puestos a buscar operaciones con una atractiva ecuación riesgo-rentabilidad, un cortoplacista pondría la caña en el título en un hipotético nuevo acercamiento del precio al soporte que supone el hueco alcista dejado a comienzos de julio, y cuyo punto inferior constituye el gran soporte de corto plazo: los 16,50 euros.
Por lo demás, y para los amantes del análisis técnico, sólo hacer notar cómo esa banda amarilla inferior que marcamos en la serie cumplió a la perfección la regla chartista que dice que toda resistencia, una vez superada, se convierte en soporte para el precio en futuros retrocesos. En los alrededores de los 14 euros se dejó una resistencia nacida del hueco bajista dejado en octubre de 2008, hueco que necesitó de tres intentos para ser superado, y que meses después ha servido como punto de giro en la corrección iniciada este mes de abril. Y es que el mercado tiene buena memoria.
