Es en gráficos como el de Iberdrola donde se hace más patente que este movimiento alcista vivido por los mercados ha sido excepcional sólo en el sector bancario y en algún otro, como el de las renovables. El tirón alcista iniciado con los mínimos de marzo es bastante más discreto en este blue chip de la bolsa española.
De momento, con un precio tan cercano a resistencias no veo motivos para la apertura de posiciones compradoras, como tampoco los habría para la apertura de estrategias vendedoras, toda vez que la cadena de máximos y mínimos crecientes sigue vigente en el corto plazo, a no ser que su único fundamento fuera la cercanía del stop de protección, precisamente en la superación de esas resistencias. Estamos, por tanto en un compás de espera.