La calmada visión que un gráfico mensual nos aporta está, sin duda, muy lejos de la locura acelerada en que nos movemos habitualmente, sumergidos en los caprichosos bandazos de los gráficos intradiarios de corto plazo. Pero hay un momento para cada cosa y nunca sobra, incluso cuando nuestra forma de estar en bolsa sea predominantemente cortoplacista, tener conciencia de cuál pueda ser la tendencia de fondo (muy de fondo) en un valor.
Sin duda, el gráfico tiene detalles que los lectores sabrán apreciar, aunque me quedo, por ser el más importante para el devenir más inmediato, con esas últimas velas cuyos cuerpos reales han conseguido quedar dibujados por encima de la directriz alcista de largo plazo. La directriz ha sido agujereada, pero no perdida en cierres mensuales. Ésa es ahora mismo la clave que el precio debe respetar para no entender que la inmaculada tendencia alcista histórica estaría seriamente dañada.