Repsol cotiza a los mismos precios que hace un año. En un mercado alcista, eso serían malas noticias. En una bolsa como la española y en un sector como el de las grandes petroleras, eso es un síntoma de fortaleza.
¿Por qué, mientras el Ibex 35 permanece aún alejado de los máximos de enero de este año o petroleras como Total o Exxon Mobil tienen gráficas netamente bajistas, Repsol sigue aferrado a esta línea de precio que cotiza en torno a los 19-19,50 euros?
No lo sabemos, el gráfico no expresa los motivos que hay detrás de los movimientos de los precios, sólo los movimientos, que a fin de cuentas viene a ser lo fundamental.
Dejábamos este fin de semana, en una de nuestras esporádicas lecciones de análisis técnico, un artículo sobre las resistencias horizontales y su aplicación práctica en la operativa. Si los ejemplos que lo ilustraban eran suficientemente idóneos, Repsol no les hubiera ido a la zaga.
Esa banda de precio que cotiza entre los 19 y los 19,50 euros (por redondear) se viene mostrando desde hace ya un año como una eficiente barrera para frenar los sucesivos intentos de marcar nuevos máximos y desarrollar con ello una nueva onda al alza. Sin embargo, ejerce a la vez un poderoso influjo sobre la cotización, de suerte que ésta se ve irremediablemente atraída por esa resistencia, habiendo sido únicamente necesarios un par de acercamientos a la zona de precio de los 15-16 euros para renovar las fuerzas e ir nuevamente a su encuentro.
Como tantas otras cosas en la vida y en la bolsa, habrá quien vea la botella medio vacía y habrá quien la vea medio llena. Los habrá que opinen que cada acercamiento a esa resistencia es un momento idóneo para la apertura de cortos con stop cercano y habrá quienes tengan la caña compradora puesta esperando que de un día para otro se produzca la gran ruptura.
Incluso los habrá partidarios de una tercera vía, aquéllos que barrunten una ruptura falsa primero para después contemplar una nueva caída hacia la zona de soporte indicada.
Y en estas elucubraciones a todos les asiste algo de razón. Nosotros, desde luego, llegado el caso de que esa banda de resistencia acabe cayendo de forma solvente, nos contamos entre los crédulos que estarían dispuestos a tirarse al barro de las compras, con la vista puesta en esos techos de los canales alcistas que marcamos y con stop de protección en la pérdida de la directriz alcista nacida a comienzos de mayo.
Seguiremos los acontecimientos.
