Siguiendo con las ideas expuestas en nuestro último análisis técnico de este par, nos hacemos hoy dos preguntas que bien pudieran ayudarnos en el análisis y en el descubrimiento de lo que pudiera ser el escenario de corto plazo en este cambio. ¿Ha nacido otra línea roja en nuestro gráfico? Para entender el sentido de la pregunta, conviene recordar la pauta seguida por el Euro en su caída y que ya apuntábamos en nuestro anterior análisis: cada una de esas líneas rojas de la serie que adjuntamos se corresponde con una efímera zona de soporte que, una vez perdida, ha venido actuando como resistencia para el siguiente tímido rebote, provocado por el nuevo suelo, que a su vez pasa a ser resistencia al ser cruzado a la baja y así hasta ahora.
Esta estructura se ha respetado fielmente en lo que llevamos de año, hasta el punto de hacernos entender que sólo con una quiebra de la misma en el futuro podríamos manejar como hipótesis la de asistir a un rebote de mayor calado. La cuestión que ahora nos planteamos es si hemos asistido al reciente nacimiento de una nueva barrera de muy corto plazo en la zona de los 1,3650 dólares. Hay indicios para pensar que es así, sólo faltaría ver al Euro dirigirse más allá de los 1,35 dólares para dar por buena esa nueva zona de resistencia.
La segunda de las cuestiones que nos planteamos es si esa línea azul oscuro que añadimos a nuestro gráfico de cabecera de la paridad, justo la que nació con los mínimos de octubre de 2.008, va a ser el destino final de todo el movimiento bajista iniciado en noviembre del año pasado. Seguramente es mucho aventurar que el final de este viaje bajista estará en lo que ahora viene a valer unos 1,31 dólares, pero es una idea que comenzamos a manejar.
Seguiremos los acontecimientos.
