Cuando estemos afanándonos por conseguir engullir el fruto de la vid al compás de las campanadas de fin de año, el techo del canal que delimitan las líneas azules del gráfico adjunto vendrá a valer entre 3.000 y 3.050 puntos, confluyendo con ello con la gran resistencia horizontal (línea roja) que en enero y abril de este año que se nos acaba impidió que el Eurostoxx 50 diera rienda suelta a la continuidad alcista.
El atropellado movimiento al alza iniciado en marzo de 2009 en las cercanías de los 1.750 puntos ha necesitado dedicar todo este 2010 a consolidar aquellas aceleradas subidas. ¿Significa eso que nos espera un prometedor año 2011? Primero habremos de ver cómo esa gran resistencia que mencionamos es superada solventemente, e incluso antes, en el muy corto plazo, tendremos que asistir a la victoria de los alcistas sobre la barrera que cotiza en los 2.900 puntos (línea naranja) y que viene a ser el equivalente de esos 11.000 puntos que tanto se le atragantaron no hace mucho al Ibex 35.
Anoten, pues, estas cifras: 2.900, 3.050 puntos y, sólo después, el infinito y más allá.