Siempre se ha dicho que el sector del acero estaba íntimamente ligado al ciclo económico. Si la economía mundial se mueve, el acero se mueve. Quizá en este siglo que vivimos esta ecuación haya cambiado sensiblemente y sean sectores como el de la tecnología los que mejor sirvan de indicador de la salud económica. En cualquier caso, si hay una acerera con presencia en todo ese mercado llamado Tierra, ésa es Arcelor.
Técnicamente, no vemos signo alguno de mejoría en la gráfica. Los soportes se han ido perdiendo uno tras otro y las resistencias se han respetado escrupulosamente. Se diría que los alcistas aún no han fijado su mirada sobre el valor. Cuando ese día llegue, recordando lo que no hace mucho decíamos a propósito de dos pesos pesados del Ibex, no le será nada fácil a Arcelor el tortuoso camino de la recuperación alcista.
Por supuesto, siempre es posible ver la botella medio llena, o al menos no vacía por completo. Y, puestos a dejar una nota ilusionante de cara al futuro en este análisis, marcamos la posibilidad de que ese soporte de los 10,50 euros que se dibuja con línea negra en la gráfica adjunta acabe por convertirse en el punto de partida de una gran pauta de doble suelo en gráfico semanal. Claro está que, para que esa formación acabe confirmándose, deberían verse cierres semanales por encima de los 18 euros.
Muy largo lo fiamos, es cierto, pero no hay mucho más.
