En la sesión del uno de septiembre, el mercado decidió que ya no merecía la pena seguir pagando cada vez más por las acciones bancarias. En valores como Bankinter o Popular, esto representó el inicio de una clara tendencia bajista de corto plazo. En otros como BBVA o Banesto, dio paso a una lateralidad más o menos sostenida. Sabadell, que acabamos de ver, estaría un poco entre los dos grupos. Y el Santander, ¿qué pasa con el Santander?
Pues que está por encima de todo: no le afectan las decisiones que el dinero pueda tomar respecto al sector, ni el amago de corrección en los mercados, ni las pautas técnicas que se puedan dibujar. Por encima del bien y del mal sigue con su inmaculada serie de máximos y mínimos relativos ascendentes. Alcismo, así se llama eso.
