La serie diaria del Santander muestra, como en varios valores más, ese típico proceso de paulatina desaceleración de la tendencia alcista, desaceleración que no implica un cambio de rumbo pero que denota cansancio en el bando alcista. En otras condiciones, seguramente este agotamiento hubiera dado lugar a una corrección de cierto calado, pero en este mercado que vivimos los bajistas no parecen encontrar razones para salir a la palestra.
La transición que se ve en el dominio de la cotización entre las líneas azul, verde y roja se encuentra ahora mismo en un momento importante. Si el precio acaba perdiendo esa línea verde inferior, ello significará que la línea roja y su mayor lateralidad han acabado por triunfar y tomar el timón. Llegado ese caso, habrá que buscar líneas paralelas a esa línea roja en busca de eventuales puntos de suelo para un nuevo canal. Sin embargo, hasta que todo esto no se vea reflejado en el dibujo, el canal verde merece la presunción de creer en que una vez más actuará como resorte para el precio.
Bajando al terreno del muy corto plazo, la gráfica intradiaria en 120 minutos nos muestra una vela final que es toda una invitación a pensar en un rebote. La cercanía del precio a los soportes horizontales situados en los 11,55-11,48 euros y a esa directriz que sirve de base al canal que forman las líneas azules no hacen sino abundar en la idea que sirve de título a este análisis. Un cierre por encima de los 11,75 euros es la inmediata prueba que todas estas ideas expresadas tienen para mañana mismo.
Seguiremos los acontecimientos.