Los accionistas de Bankia están en riesgo de perder toda su inversión. Esta frase lapidaria no es nuestra, no se trata de la conclusión a la que llegamos tras analizar técnicamente su serie de precios, aunque podría serlo perfectamente. Tan siniestra afirmación podía leerse esta mañana en la prensa económica, citando supuestas fuentes del Banco de España.
Con una espada de Damocles como esta sobre las cabezas de los accionistas, no me negarán que resulte sorprendente que aún quede gente con ganas de formar parte del accionariado de la compañía. Si el Banco de España alerta, supuestamente, de un riesgo evidente de perder todo lo invertido, la caída de hoy parece incluso poca cosa.
Todo este sombrío tema nos trae a la memoria la frase (esta sí es nuestra) que alguna vez hemos empleado y que sentencia que todo valor es susceptible de seguir bajando mientras cotice por encima de cero.
Técnicamente, poco hay que decir. La gráfica que adjuntamos es de las que se explican por sí mismas. Las resistencias se han respetado escrupulosamente y los soportes se han perdido uno tras otro sin remordimiento alguno. En la zona de los 0,60 euros cotiza el último soporte relevante. Si se pierde con claridad en precios de cierre, el abismo es lo único que espera a Bankia, si es que no está ya sumida de lleno en él.
Seguiremos los acontecimientos, por tristes que sean.