Lo dicho ayer para Santander nos vale hoy perfectamente para definir el corto plazo de BBVA. Si hace algunos meses BBVA fue capaz de dibujar una mayor fortaleza respecto a su colega, ahora la situación técnica es del todo similar.
Los niveles a vigilar para el corto plazo en este caso son los que definen las líneas naranjas en la gráfica adjunta: los 5,40 por arriba y los 4,80-4,90 euros por abajo.
Del mismo modo que señalábamos ayer, también en el caso de BBVA la primera opción para el futuro inmediato pasa por una ruptura a la baja de esa zona de consolidación que definen las líneas naranjas y el dibujo de un nuevo tramo en el sentido de la tendencia previa (bajista). Pero, como siempre, ese escenario probable sólo cobrará verdadera virtualidad cuando veamos al precio perder con claridad la zona de soporte indicada y que cotiza en los 4,80-4,90 euros.
Mientras tanto, los movimientos en zig-zag en el seno del canal lateral serán los que marquen el presente de la cotización.
