No se encuentra la gran banca española, léase BBVA y Santander, en una situación técnica tan deteriorada como la que presentan los bancos medianos que antes hemos visto. Si bien el valor que ahora nos ocupa tiene aún pendientes importantes tareas en el camino de la reconstitución alcista y la cotización anda considerablemente alejada de lo que fueran los máximos de 2007, también es cierto que guarda una distancia prudencial respecto a lo que fueran los mínimos de 2009, cosa que no pueden decir Banesto o Bankinter.
Atendiendo al dibujo de la serie semanal y al comportamiento del volumen, puede mantenerse como primera opción en nuestro escenario de corto plazo la de haber asistido a un pull back algo pasado de frenada hacia la bajista superada al alza (línea naranja en la serie adjunta), bajista que guiaba las bajadas iniciadas a comienzos de 2010. Superados en cierres semanales los 9,50 euros, esa idea del retroceso previo a nuevas subidas tomaría cuerpo definitivamente y la bajista roja sería el destino más probable para el precio.
Para los que crean en este pull back previo a un nuevo acercamiento a la bajista primaria y entiendan que merece la pena aprovecharlo en la operativa, comprando títulos de BBVA a estos precios, el stop inicial de protección de esas estrategias compradoras cotiza en la pérdida en cierres de los 8,25 euros, mínimos del retroceso.
Existe una gran tarea pendiente más allá del territorio que marca la bajista roja, tarea que consistirá algún día en la superación en cierres semanales de los 11,70 euros, cota en la que se dejó un significativo hueco bajista en enero de 2010, dando con ello comienzo a esta prolongada pauta correctiva que desde entonces vive el título. Sólo cuando el precio consiga campar por encima de esa cota, podremos entender que BBVA vuelve a ser un valor alcista.
Claro está que por el camino, son tres euros los que nos separan de enfrentar dicha tarea, habrá mucha tela que cortar y mucho dinero que ganar … o perder.