Esa directriz que marcamos en azul en la gráfica adjunta y que en un análisis anterior nos parecía un tanto forzada, sobre todo por hacer coincidir su nacimiento con los mínimos de julio del año pasado, sigue valiendo y hace sólo un par de sesiones ha tenido ocasión de demostrar su valía como soporte para la cotización.
Sin embargo, no se aprecia fortaleza en los alcistas, los cuales se muestran incapaces de traducir la solvencia de ese soporte en un rebote consistente en busca de la resistencia que cotiza en la banda de precio que va de los 7,50 a los 7,85 euros (banda amarilla superior en la gráfica adjunta).
Si esta manifiesta debilidad en el corto plazo se tradujera en el inicio de un tramo de bajadas de mayor consistencia, el soporte que habita entre los 6,68 y los 6,74 euros (banda amarilla inferior) no debería perderse, ya que de hacerlo el aspecto técnico de la serie sufriría un apreciable deterioro.
Como mucho, estaríamos dispuestos a aceptar retrocesos que no fueran más allá, en precios de cierre, de los 6,50 euros, mínimos del pasado mes de abril.
Seguiremos los acontecimientos.