Cuanto más estrecho es un canal en el que los precios se mueven, ya sea al alza o a la baja, más fuerte es la tendencia que está detrás de ese movimiento. Cuando, como ocurre con CaixaBank, ese estrecho rango tiende a la lateralidad, la fortaleza debe predicarse del equilibrio de fuerzas que preside el mercado y de la consiguiente indecisión en la cotización.
Estaríamos, pues, ante un valor fuertemente lateral. Alcistas y bajistas gozan de fuerzas tan niveladas que ninguno de los dos bandos se muestra capaz de imponer un rumbo a los precios.
No es la primera vez que vemos esta formación en el valor. Entre finales de 2011 y comienzos de este año la serie dejó una pauta parecida. Entonces, el equilibrio se rompió a la baja, dando paso a un violento movimiento bajista que en pocos meses hizo perder a la compañía la mitad de su valor bursátil. ¿Sucederá ahora lo mismo? ¿Se producirá la ruptura bajista del rango lateral coincidiendo con un próximo toque a la directriz roja que marcamos en la serie?
De la misma forma que rentabilidades pasadas no aseguran ganancias futuras (típica frase usada en las cláusulas de exoneración de responsabilidad), también aquí podemos decir que rupturas bajistas pasadas de un canal lateral no aseguran que en el futuro se produzcan las cosas de idéntica manera. Toca, pues, estar pendiente de los acontecimientos.
