Nos sigue pareciendo una paridad que puede rebotar al alza en cualquier momento. Su proximidad al soporte dinámico que representa la línea directriz alcista azul convierte la operación compradora en atractiva desde el punto de vista de la ecuación riesgo-rentabilidad, por aquello del stop cercano.
Sin embargo, primero hemos de ver algún síntoma que nos anime a pensar que ese rebote desde soporte se producirá. Ver los 1,31 podría ser la prueba del nueve de un hipotético cruce al alza de esa acelerada directriz bajista naranja y quizá la señal de compra que buscamos. Llegado el caso, la decisión, como siempre, es cosa de cada cual.