Sigue el corto plazo de este cambio un poco en terreno de nadie. Sin fuerzas para atacar resistencias pero sin motivos para perder soportes. De momento, eso es lo que nos ha deparado en el par este mes de noviembre, una falta de tendencia o lateralidad seguramente previa a algún tipo de movimiento más tendencial en algún sentido.
Mientras esperamos que ese movimiento se produzca, y dentro del juego del muy corto plazo, cada aproximación a una resistencia es una invitación a la apertura de cortos y cada encuentro con un soporte aparece como una oportunidad de largos.
Así las cosas, ahora mismo el euro estaría combatiendo con esa directriz bajista que representa la línea roja de nuestro gráfico. Momento quizá idóneo para cortos, esperando un nuevo fallo en el intento de superarla. Lo malo es que el triángulo se estrecha cada vez más y tampoco quedaría mucho recorrido hasta ver aparecer los soportes que representan esas líneas azules.
Seguiremos los acontecimientos.