De haber conseguido el Euro mantenerse en su cambio frente al Yen en el interior de ese canal alcista que definen las líneas azules del gráfico adjunto, ahora andaría por la zona de los 117 yenes. Pero la moneda nipona es un hueso más duro de roer que el dólar estadounidense y la corrección consolidativa del tramo de subida se hizo necesaria.
Esa consolidación comenzó con la pérdida de la directriz alcista (línea azul inferior) y sólo duró lo que esa directriz bajista roja fue capaz de guiar al cambio. Una vez rota al alza hemos pasado a un escenario en el que no acaba de estar claro cuál será el sentido del siguiente movimiento.
Nosotros entendemos que si esa línea naranja que marcamos, y que cotiza en la zona de los 114,75 yenes, es superada solventemente al alza, tocará volver a mirar hacia arriba, pudiendo abrirse largos con stop en la pérdida de los 113,85 yenes. Pero mientras eso no ocurra, esa línea naranja es una resistencia y como tal ha de ser tratada. Al más mínimo fallo, entiéndase pérdida de los mencionados 113,85 yenes, serían los cortos la estrategia más atractiva, con stop en los 114,75 yenes.
Seguiremos los acontecimientos.
