Los habituales del blog recordarán cómo hicimos notar por aquí la confirmación de una pauta de vuelta alcista en forma de hombro-cabeza-hombro invertido con la superación de esa línea marrón que marcamos en el gráfico. La proyección teórica de esa pauta para la cotización la marcaba la línea discontinua azul, proyección que este alcismo indomable que domina los mercados (al menos la mayor parte de ellos) ha sido ya dejada atrás.
No hay motivos para cerrar los largos que se pudieran abrir en aquel momento o en alguno posterior. Por más que esa aceleración alcista que ha llevado al índice sin solución de continuidad desde los 5.500 hasta los 6.200 puntos esté pidiendo a gritos una corrección proporcional o, al menos, el dibujo de una zona de congestión lateral, mientras no se produzca una pérdida de los primeros niveles de soporte relevantes, un operador está obligado a seguir en la posición hasta el nivel al que el mercado quiera llegar.
Esa línea roja superior parece un buen destino final para este movimiento sostenido al alza y punto propicio para que el Dax se tome un descanso, pero, como siempre, habrá que seguir al mercado (lo más cerca posible) y no pretender adelantarse a él. Si jugar a buscar suelos acostumbra a traer consecuencias perjudiciales para nuestra cuenta, jugar a buscar techos puede privarnos de unas merecidas ganancias sin motivo alguno.
Podemos barajar que, tras una corrección o un período de lateralidad, el índice se irá a buscar el techo del canal azul, y ésa parece una idea plausible. Sin embargo, como traders del corto plazo, cerraremos largos a la más leve insinuación de retroceso y ya habrá tiempo de volver a abrirlos más adelante.
A día de hoy, el primer síntoma de debilidad lo encontraríamos en la pérdida en cierres de los 6.040 puntos, motivo suficiente para actuar de la forma expuesta más arriba.
Seguiremos los acontecimientos.
