Si alguien me pidiera mi opinión sobre la idoneidad de abrir ahora mismo una posición compradora en el Dax, mi respuesta, a la vista de nuestro gráfico de cabecera en el índice alemán, no podría ser otra que la negativa. Esa línea roja a la que el precio ha llegado prácticamente del tirón constituye una resistencia dinámica ascendente y, como tal, un eventual punto de giro a la baja en el corto plazo.
Es una pauta que suele funcionar bastante bien en este índice (los que lo sigan habitualmente sabrán de qué hablo) y, desde luego, no invita a las compras.
Eso sí, este argumento no implica todavía en modo alguno que haya motivos para el cierre de los largos que vengan desde abajo, o bien para la apertura de unos cortos que pretendan aprovechar esa eventual corrección que el índice va necesitando.
En nuestra opinión, sólo con cierres por debajo de los 6.100 puntos podríamos entender la conveniencia de cerrar largos y/o abrir cortos. Mientras tanto, toca seguir los acontecimientos.