Lastrado por la debilidad relativa que se aprecia en el sector bancario estos últimos días y por la inoperancia alcista de Iberdrola, nuestro Ibex sigue, sin embargo, aferrándose con uñas y dientes a esa directriz alcista de nuestro gráfico.
Está claro que para poder rebotar desde ahí y buscar una vez más la parte alta del canal que definen las líneas verdes necesitará del apoyo bancario y también de una ayudita por parte de Wall Street, que también manifiesta cierta indefinición a la hora de superar sus particulares resistencias de muy corto plazo.
Tal y como yo lo veo, y ésa es mi hoja de ruta en el índice, mientras no se pierdan en cierres los 11.300 puntos, lo más probable es que aún quede un nuevo estirón al alza.
Seguiremos los acontecimientos.