No hace demasiado tiempo nos preguntábamos si la clave para averiguar el sentido que el mercado acabaría tomando de cara al final del año se encontraba en los índices tecnológicos de Wall Street, cifrando ya entonces en la superación de los 1.815 puntos del Nasdaq 100 la señal que pudiera dar la salida al rally de Navidad.
Aquel nivel cayó y lo que vino después aparece bastante claro en el gráfico que traemos: alcismo acelerado. Si el Nasdaq tiene pensado seguir actuando como indicador adelantado de la tendencia del mercado en el corto plazo, y ésa es la idea que nosotros abanderamos, puede decirse a día de hoy que sigue sin haber motivos para el cierre de largos en ningún plazo. Sólo con cierres por debajo de los 1.860 puntos podrían los muy cortoplacistas comenzar a esgrimir argumentos bajistas. Hasta que eso ocurra, toca callar y escuchar al mercado y su sinfonía alcista.
Seguiremos los acontecimientos.
