Está empezando a convertirse en una costumbre esto de que nos levantemos cada mañana con un desproporcionado hueco bajista de apertura en algún blue chip europeo. Si hace unos días fue Deustsche Bank y su profit warning, después le siguió Merck y la no aprobación de un medicamento, hoy le ha tocado el turno a la fabricante de neumáticos y su anuncio de ampliación de capital.
Mil doscientos millones de euros de nada han tenido la culpa. Por más que la empresa se haya afanado en presentarlo como un medio para conseguir el loable fin de acelerar el desarrollo de sus actividades a partir de 2011, el mercado, al menos hoy, no ha leído otra cosa que el efecto dilución que toda ampliación de capital supone. Seguramente, con el tiempo, los operadores se pararán a leer la letra pequeña, pero hoy el titular era lo que mandaba y éste gritaba ¡estampida!
Y es que ésa es la palabra que mejor puede definir lo visto hoy en Michelin, si atendemos al tremendo hueco de apertura y al volumen negociado en la sesión: estampida bajista.
Los analistas técnicos, en ese afán de encontrar explicación para casi todo que tanto nos caracteriza, podemos argumentar que el precio se encontraba en zona de resistencia (las inmediaciones de esa línea roja que marcamos en la serie adjunta) y que era lógico un retroceso. Un retroceso sí, pero no de esta manera. Cosas así no son previsibles. De hecho, nuestro stop en el título para posiciones compradoras que vinieran desde abajo estaba en cierres por debajo de los 63,35 euros.
Son estos acontecimientos los que cada vez han impulsado más mi operativa personal hacia el mercado de divisas o los derivados sobre índices. Y los que hacen que cada vez recomiende más a quien me pide asesoramiento sobre algún broker de cfd´s que valore la posibilidad de usar stops garantizados. Son más caros e impiden muchas veces ajustar el stop como nos gustaría, pero evitan catástrofes como la que hoy nos ocupa. Contestando a la pregunta del título, estas cosas son inevitables si se opera en valores bursátiles, pero hay posibilidad de minimizar algo sus efectos.