Cuando una directriz bajista ha demostrado hasta en cinco ocasiones su valía como freno para la cotización, el mero hecho de que ésta se aproxime nuevamente a su encuentro es ya motivo suficiente para poner al activo de que se trate en el punto de mira, ante la eventualidad más que probable de que la resistencia dinámica vuelva a hacer bien su trabajo.
Echen un vistazo a la gráfica diaria del cambio Dólar/Yen que les adjuntamos y díganme si no merece la pena ir colocando el dedo sobre el botón de las ventas. Aún le falta algo al dólar para tocar esa bajista y, cuando eso ocurra, será necesario ver un leve síntoma de giro a la baja antes de aventurarse con los cortos. Pero, desde luego, mientras la serie no diga otra cosa, ésta será la primera opción de cara a la operativa.
Seguiremos los acontecimientos.
