La sesión del pasado quince de septiembre supuso un punto de inflexión en la tendencia alcista del Yen respecto a las principales divisas mundiales. Ese día las autoridades niponas anunciaban su intervención en el mercado de divisas para frenar precisamente esa continua revalorización de su moneda y los anejos efectos perjudiciales para la economía del país.
Como siempre que ocurren cosas así, en las que más que medidas concretas lo que se hace es una declaración de intenciones, conviene someter la cuestión al veredicto de dos jueces insobornables: el transcurso del tiempo y la opinión del mercado reflejada en el devenir de la cotización.
Si en el par Euro/Yen, el retroceso de la divisa japonesa se ha visto ayudado por la renovada fortaleza de la moneda europea, en el cambio que ahora nos ocupa parece que el estallido a la baja (al alza en el cambio Dólar/Yen) del primer día no ha pasado de un calentón que no sirvió para otra cosa que para el cierre puntual de cortos. La tendencia bajista de fondo en el cambio del dólar estadounidense frente al yen japonés se muestra, de momento, más fuerte que las buenas palabras de los gobernantes.
Si finalmente las autoridades japonesas pasan de las palabras a los hechos, tendremos ocasión de verlo reflejado convenientemente en la gráfica. Otra cosa es que realmente tengan el margen de maniobra necesario para ello.
En la gráfica en velas diarias de la izquierda podemos apreciar una parte de esa tendencia bajista imperante en la paridad, sumida desde comienzos de mayo en el desarrollo de una acelerada onda a la baja guiada por los confines que delimitan las líneas rojas.
En la gráfica de la derecha, en velas horarias, se aprecia cómo el calentón del día quince dio paso a una lenta pero imparable sangría a la baja que ha llevado al Dólar a los niveles en que se encontraba el día previo a la noticia. Incluso nos atreveríamos a decir que, si esa línea azul horizontal que marcamos en la zona de los 83,10 yenes se cruza a la baja, el cambio irá más allá en su caída, buscando acaso un nuevo encuentro con el suelo del canal rojo del gráfico diario.
Podríamos recordar aquello de que la cabra tira al monte, o más técnicamente, que una o unas pocas sesiones, por muy explosivas que resulten, no son suficientes para dar por finalizada una tendencia.
Seguiremos los acontecimientos.
