Lo decíamos en la preapertura a propósito del derivado sobre el Dow Jones Industrial: Chipre parecía la excusa perfecta para que un índice tan alcista como el neoyorquino corrigiera adecuadamente.
Es cierto que en el caso del Ibex 35 el efecto Chipre ha sido especialmente sangrante, con un hueco bajista de apertura de 250 puntos que ha fulminado de una sola tacada las directrices que servían de soporte en el muy corto plazo.
No concedemos demasiada virtualidad al asunto, aunque técnicamente los efectos negativos son evidentes e innegables en la gráfica que adjuntamos (pulsa sobre la misma para obtener una vista detallada). De momento, se han recuperado prácticamente cien puntos y, aunque el agujero producido en la serie de precios sigue abierto, nos interesa más el respeto de esa zona de soporte que marcamos con una banda amarilla y que cotiza entre los 8.255 y los 8.325 puntos.
Seguiremos los acontecimientos.
