Dice el gurú Jim Rogers que ve muy probable un rally alcista del dólar estadounidense, coincidente con una bajada de las materias primas y de la renta variable.
Pues bien, si este buen señor tiene razón, ahí va nuestro tres en uno que pueda engrasar nuestra cuenta ante semejante coyuntura: apostar a la baja en el dólar canadiense. ¿Por qué? Pues porque unos largos en el par dólar estadounidense-dólar canadiense cubrirían todas esas posibilidades:
Subida del dólar USA, bajada de las materias primas (el dólar canadiense está muy ligado a los vaivenes de las materias primas) y corrección bursátil (ya nos hemos referido en el blog alguna vez a este par como indicador inverso de la marcha bursátil).
Técnicamente, además, hay motivos para creer en esos largos, siempre y cuando la directriz bajista de nuestro gráfico acabe cayendo, lo que está ocurriendo en tiempo real mientras escribo este análisis.