A estas horas casi todos nuestros lectores sabrán ya cumplidamente cuál ha sido la excusa elegida hoy por los mercados para corregir con la fuerza que hemos visto en Europa. Dubai y sus problemas de deuda parecen ser la causa. Es un tema sobre el que caben todo género de reflexiones, acerca de la sostenibilidad de economías basadas en el petróleo, la escasa previsión de futuro y el despilfarro más chabacano.
Pero nos interesa más echar un vistazo al futuro del S&P 500 en esta jornada negra en Europa y festiva para el contado en Wall Street. Y lo primero que comprobamos es que el futuro sobre el índice describe la misma pauta rectangular que ya venimos siguiendo en el cfd, y que se manifiesta en un precio que lleva encerrado buena parte del mes de noviembre entre esas líneas roja y verde de nuestro gráfico.
Justamente toda esta historia dubaití, nombre al que responde el escaso millón y medio de habitantes de este país del Golfo Pérsico, ha hecho que el futuro sobre la madre de todos los índices cierre en la parte baja de ese rectángulo. Quedan pues las espadas en todo lo alto para sesiones venideras, aunque, en principio, la cosa no pinte muy bien.
Seguiremos los acontecimientos.