En nuestro anterior análisis del Euro/Dólar, ya mencionábamos cómo la clave para medir la verdadera fortaleza del rebote iniciado tras acercarse (e incluso sobrepasar ligeramente) a esa directriz verde que marcamos en el gráfico adjunto residía en ver el comportamiento del cambio al enfrentar la resistencia que se encuentra en los alrededores de los 1,3450 dólares.
Esa línea roja constituye toda una muralla dejada por los bajistas para cubrir su retaguardia y, de momento, las fuerzas alcistas no han sido capaces de plantar su bandera en sus almenas. Incluso esas velas cuyas sombras superiores alargadas llegaron a agujerear dicha línea en el intradía no son otra cosa que el mejor testimonio de lo duro que los bajistas van a vender la toma final de su fortaleza.
Técnicamente, estos reiterados fallos alcistas en esa zona de resistencia tienen teóricas implicaciones bajistas para el cambio y, desde luego, cada acercamiento fallido ha dado una inmejorable oportunidad para la apertura de cortos con stop inicial de protección cercano.
Pero, mientras los ejércitos alcistas mantengan el cerco y los bajistas no sean capaces de pasar de esta guerra defensiva que ahora libran en el corto plazo en los entornos de la resistencia a una guerra ofensiva que haga retroceder al Euro más allá de la línea verde, siempre cabrá como posibilidad la definitiva superación de esa barrera, lo que además constituiría una obligada señal de largos.
¿Dependerá del resultado final de esta contienda el destino inmediato del Ibex 35 ante su particular resistencia de los 10.430 puntos en precios de cierre? Pudiera ser, y no es descartable que la divisa y nuestro índice vayan cogidos de la mano para lo bueno y para lo malo en el corto plazo. De hecho, ya saben que se achaca buena parte de culpa de las debilidades del Euro a las dudas que genera nuestro país.
Seguiremos los acontecimientos.
