La pauta rectangular que el gráfico de muy corto plazo describía fue rota a la baja con violencia en la sesión de ayer. No hay que confundirla con la que ayer mencionábamos en el futuro del S&P 500. Aquélla tiene en cuenta un plazo algo más largo y se trata de velas horarias.
Lo cierto es que ese cruce a la baja del nivel de los 5.750 puntos dio lugar a una caída tan vertical que todavía hoy nos impide trazar siquiera una directriz bajista. Siempre que los precios caen de esta forma conviene recordar ese dicho bursátil que menciona lo conveniente que es no intentar agarrar un cuchillo que está cayendo. Dejémosle que encuentre su suelo y ya habrá tiempo de asirlo por la empuñadura.
Fijamos nuestra atención a estas horas en esa línea naranja. Su superación podría darle al futuro recorrido hasta la zona de los 5.700 puntos e incluso un gran retroceso hacia los 5.750 puntos donde cotiza el soporte perdido. Sin embargo, mientras no se vea claramente ese segundo impulso al alza, sobrevuela sobre el índice la idea de seguir asistiendo a las caídas más allá de los 5.500 puntos.
Seguiremos los acontecimientos.
