El Ibex 35, como un cohete, espectacular y peligroso

Acostumbramos a oír aquello de que nunca debe intentar cogerse un cuchillo que cae, didáctica metáfora con la que se nos avisa de los peligros que encierra entrar en un valor que cae en picado. De la misma manera, nosotros añadiríamos una imagen igualmente aleccionadora: nunca debe intentar cogerse un cohete en pleno vuelo. Las quemaduras que nos puede acarrear tal locura  serían igual de dolorosas que  las pérdidas que puede traer consigo el correr detrás de los precios y entrar a ciegas en un valor disparado al alza.

La pirotecnia bursátil, como la otra, resulta espectacular, sorprendente y brillante. Y, como la otra, no escasa de peligros en su manipulación.

No pasa nada porque nos perdamos este movimiento al alza que vive nuestro Ibex 35, por otra parte impredecible en su magnitud. Ya llegará el momento para calibrar debidamente si apostamos o no por el lado comprador, cuando se haya producido el lógico retroceso y buscando la  mayor cercanía posible al nivel de stop que nuestra operativa requiera, según el horizonte temporal en el que se desarrolle.

Llegado ese retroceso, los cortoplacistas que quieran entrar en el lado largo situarán su stop inicial de protección en el mínimo relevante marcado por ese paso atrás. Los que se muevan con algo más de margen en sus operaciones, deberán fijar su stop en los soportes que ahora han propiciado este rebote.

Espectacular, sin duda, lo que estamos viendo estos días en el mercado español. Tanto como lo fueran las bajadas del mes de noviembre. De hecho, los movimientos son como dos gotas de agua, aunque en sentido inverso.

Ahora toca esperar a ver cómo se comporta nuestro índice ante esa importante resistencia que cotiza en la superación en cierres de los 10.430 puntos, barrera presente tanto en la serie diaria como en la semanal, lo que da una idea de su relevancia técnica.  Esa banda amarilla en la que hoy se ha adentrado nuestro índice (véanse los gráficos adjuntos) debería servir como nivel en el que los alocados alcistas decidieran tomarse un respiro. La intensidad del probable contraataque bajista desde esa importante trinchera que suponen los 10.430 puntos nos dará la verdadera medida de la fortaleza de estos fuegos artificiales.

Y es que, por seguir con la metáfora, ése es el estado de las cosas ahora mismo en el mercado español: no sabemos, al menos lo desconoce el que escribe estas líneas, si todo esto no será otra cosa que un brillante fuego de artificio que, tras una espectacular explosión final que ilumina la noche, dé paso otra vez a la oscuridad.

Seguiremos los acontecimientos.