Dicta una regla chartista que, cuanto más difícil resulte superar un nivel de resistencia, más fiable será esa cota como soporte futuro una vez se consiga dejarla atrás. El argumento nos vendrá como anillo al dedo el día que los alcistas encuentren las fuerzas y los argumentos necesarios para saltar por encima de los 11.200 puntos de forma solvente.
Hasta que ese momento llegue, el Ibex 35 no será otra cosa que un índice con un aspecto técnico poco claro y no sin cierto peligro bajista. Hemos insistido en ello bastante últimamente, pero nunca sobra el recordarlo una vez más: si los mercados mundiales, alcistas sin matices, deciden corregir lo que ya parece una cuesta arriba demasiado empinada, una gráfica como la del índice director de la bolsa española podría complicar severamente su aspecto técnico.
En nuestra opinión, esa complicación del aspecto del gráfico vendría de la mano de la pérdida en cierres de los 10.745 puntos. Ésa es la cota a vigilar en el corto plazo. Mientras la cotización fluctúe entre el soporte y la resistencia indicadas, estaremos en una zona de nadie que, sin duda, restará interés operativo al índice y a sus valores directores.
Seguiremos los acontecimientos.
