Hablar del sector bancario europeo y hablar del Ibex 35 es, en cierto sentido, hablar de la misma cosa. Los destinos del índice director de la bolsa española y del índice sectorial europeo de la banca están tan íntimamente ligados que quizá no sea casualidad el hecho de que a mediados de febrero ambas cotizaciones se toparan con zonas de resistencia relevantes, dando paso a un proceso de aceleración bajista, expresado gráficamente en ese estrecho canal que delimitan las líneas naranjas de las series adjuntas.
¿Les suena de algo esto que acaban de leer? Efectivamente, el párrafo es prácticamente idéntico al que abría nuestro anterior artículo a propósito del Dax y el sector automovilístico europeo. Y, efectivamente, las comparaciones son odiosas. Incluso en momentos como el actual, en el que la generalidad de los mercados y sectores se ponen de acuerdo para corregir, no me negarán que preferirían que estuviéramos en la misma tesitura que disfrutan por tierras alemanas.
Y es que, mientras que para los unos, entiéndase sectores e índices netamente alcistas, ese acercamiento a zonas de soporte establece como primera opción la de la cercanía de la reconstitución alcista en busca de un nuevo tramo sostenido al alza; para los otros, índices y sectores con más de un año de pauta correctiva a sus espaldas, cada acercamiento a zona de resistencia se presenta como la probable antesala de un reinicio de las caídas, en busca de zonas de soporte.
Desde luego, si el Ibex se acerca en un futuro cercano a esa directriz alcista (línea azul en la gráfica adjunta) de medio plazo, volverá a ponerse tremendamente interesante de cara a la apertura de posiciones compradoras. Esos movimientos que se dedican a recorrer el camino que media entre soporte y resistencia pueden dar también mucho juego.
Cabe, por supuesto, otra posibilidad. Si las bolsas alcistas se dan por satisfechas con lo corregido desde mediados de febrero y deciden retomar las alzas, quizá nuestro Ibex se girara de nuevo hacia la resistencia (línea roja), sin necesidad de apoyarse en soportes. Para que pudiéramos creer en este escenario, la superación de los 10.600 puntos en precios de cierre aparece como la premisa necesaria.
Seguiremos los acontecimientos, con paralelismos o sin ellos.